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Por Mary Joy, febrero de 2019.

La amistad.  Más que los momentos pequeños compartidos con un forastero en un colectivo, o un encuentro con un compañero del país, el amistad verdadero es muy difícil encontrar cuando viajas.  En los Andes de la Patagonia, los viajeros tienen las metas diferentes, si es el trekking, los exploraciones urbanos, o las vacaciones. Pero por todos, es fácil hacer las conexiones breves con otros viajeros y después no verlos nunca jamás.
Pero en Bariloche, Argentina, ubicado en la región famosa de la Patagonia, la escuela de La Montaña ofrece a los viajeros y nativos juntos la oportunidad de mejorar su español – o empezar aprenderlo – en un medio ambiente de inmersión.  Hay dos partes esenciales: el ambiente de la clase, donde los estudiantes pueden ser expuestos a la estructura académica de la lengua, y las actividades culturales que hacen a los estudiantes más cómodos con la utilización del español en el mundo real.
En la clase, los estudiantes están agrupados por su nivel de español.  Ellos estudian por 2-4 horas en una clase muy conversacional, hablando con un profesor sobre asuntos desde los tiempos verbales hasta la jerga de comida argentina.  Aun que es una clase, eso no es un lugar para lecciones largas ni apuntes infinitos de los conjugaciones del subjuntivo. Es un lugar dinámico, donde charlan los estudiantes con su profesor sobre sus días, les preguntan a los demás de recomendaciones de restaurantes, y ríen a las historias de sus compañeros sobre los errores culturales.  Es un lugar donde las percepciones falsas de la cultura están corregidas, donde las personas de fondos diferentes se juntan para compartir sus propias culturas con la vida argentina, donde las amistades reales se forman.

Pero el aprendizaje del español no para allá.  Tres veces por semana, los estudiantes asisten actividades planificadas por la escuela.  Ellos van en caminatas locales, toman recorridos de la ciudad, y pasan tiempo en las cervecerías (un pasatiempo esencial de una estadía en Bariloche).  Esas actividades permiten a las estudiantes disfrutar la ciudad y también practicar su español. Los estudiantes llevan sus parejas, hijos y amigos, realzando la experiencia de la comunidad que crea La Montaña.  Además, esta experiencia con el mundo hispanohablante en un medioambiente comunal permite a las estudiantes usar sus habilidades de la lengua y practicas sociales en sus actividades rutinas e independientes, como las cenas o noches en el gimnasio de escalar.
El español es una lengua que crea la amistad, y es una lengua mejor aprendida con los amigos.  No hay una mejor manera hacerlo que en la compañía de argentinos nativos, viajeros internacionales y profesores amables.  Ven por unos días, una semana, o un mes, y aprende el español con La Montaña – el aprendizaje y las amistades que harás serán inolvidables.

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By Mary Joy. Feb 2019

Friendship.  Not the brief moments shared laughing with a stranger on a bus, or a chance encounter with another person from the same country – real, fostered friendship is hard to find when you’re traveling.  In the Patagonian Andes, people are here for different goals; whether backpacking, urban traveling, or simply vacationing, it is easy to make brief connections with other travelers, and then never see them again.


But what about being here for the same, short-term goal?  In Bariloche, Argentina, situated in the heart of the legendary Patagonia region, La Montaña Spanish School offers travelers and locals alike the opportunity to better their Spanish – or begin learning it – in an immersive environment.  The appeal is twofold: a classroom setting, where students can be exposed to the academic structure of the language, and after-school activities to allow people to become more comfortable using their Spanish in a real-world setting.


In the classroom, students are placed in groups based on their previous Spanish background.  They spend 2-4 hours in a discussion-style classroom, talking with a professor about everything from verb tenses to typical Argentine food slang.  But even though this is a classroom, it is not a space for long lectures and endless notes about subjunctive conjugations. It is a dynamic room, where students converse with the professor about their days, ask each other about restaurant recommendations, and laugh along at their classmates’ stories of cultural mishaps and misadventures.  It is a room where cultural misperceptions are corrected, where people of different backgrounds come together to share the confluence of their home cultures with Argentine life, where real friendships are formed.


 

 

But Spanish learning does not end there.  Three times a week, the students head out on planned activities.  Going on local hikes, taking tours of the city, and spending time in cervecerías, a city staple, are typical activities that simultaneously allow students to enjoy the city and practice their newfound Spanish.  People often bring their spouses, children, and friends, fully completing the experience of community that La Montaña fosters. And this experience with the Spanish-speaking world in a group environment allows students to use their language skills and social practices in later, more independent interactions, like family dinners or late nights at the climbing gym.


Spanish is a language that fosters friendship, and a language best learned with friends.  And there really is no better way to do it than in the company of native Argentinians, international travelers, and friendly professors.  Come for a few days, a week, or a month, and learn Spanish with La Montaña – the learning you do and the friendships you make will be unforgettable.

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Martina Müller / 16. Dezember 2018
Auch für ein wenig Sport war nebem dem Spanisch lernen in San Carlos de Bariloche dank
Bike-Verleih gesorgt, wir liessen uns zu einer Velorundfahrt hinreissen. Nach der kurzen
Busfahrt waren wir beim Circuito Chico angelangt und nach einigen Information seitens
des Verleihers ging das Abenteuer los. Das zig-malige rauf und runter auf der hügligen
Strecke (wir waren jeweils nicht so gesprächig auf dem Weg nach oben) wurde belohnt mit
schönen Aussichtspunkten auf Berge und Seen in den verschiedensten Blautönen.
Um die auf der Velotour verbrannten Kalorien wieder anzufuttern, gab es für uns nur eine
gute Lösung. Wir liessen den Tag mit einem leckeren Asado, welches man unbedingt
probieren soll, wenn man in Argentinien ist und einem argentinischem Rotwein ausklingen.

Gabrielle, from the US


 

Rachel, from Canada

Penny y Roberto de UK


Jesse and Leslie, from Seattle


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